Ya han cambiado las direcciones del viento, las caducifolias han desechado ya sus hojas secas otoñales, los espinos ya no hieren profundo, brotan renovadas esperanzas, las nubes grises de tu desprecio ya van siendo arrastradas hacia los horizontes del olvido, vuelve la alegría, la vida la línea de lucha vuelve después de una hibernación corta.

Las flores frescas puras han llegado a alegrar cada día, hay nuevos amaneceres.  Aromas nuevas traen los vientos de un atardecer.

Los ocasos ya se ponen frente a mi atenta mirada, así como los folios viejos del manzano tu vas desvaneciendo en mi ser.

Los cromos vivaces ya han de remplazar a tus encantos fugaces y a tu apariencia monocromática que no daba vida al amor que teníamos.

Hay rocíos frescos, nuevos entre los campos, sabores exquisitos en el mismo mar de amor. Ya desvaneces aun atormentando. Pero también ya eres una hoja desprendida de un otoño invernado.

YOSEIN. C. H